2 días.

A mí no me vas a conocer en dos días, pero te voy contando que me gusta inventarme secretos, admiro a alguien que hizo algo imposible y no se da cuenta porque todavía le queda chico, estoy pendiente de lo que piensa la gente mucho más de lo que quisiera, me gustaría decirle muchas cosas a muchas personas pero no las digo porque no pueden divertirse discutiendo como yo, no contestarían nada y no habría vuelta atrás. Quisiera hacer muchas cosas pero me quedo solo en las palabras porque me falta algo que es una tontería, que es la convicción de contarlo y no escuchar objeciones, y aunque me vuelvo loca por eso, no paro de buscarle fallas a los planes de los demás. Una de las cosas que más disfruto es estar sola con un libro, papel, película o computadora. De noche o a la mañana o cuando sea, cuándo todos duermen o cuándo están ocupados. Quiero vivir sola para no tener que disimular el mal humor ni la alegría cuando van a contramano con los que viven con migo. A veces me paso horas pensando que voy a contestar si me preguntan cosas de mi misma, porque a veces doy tantas vueltas que ya no se cual es la verdad. Odio las decisiones extremas y contradictorias que toma la gente, odio los caprichos aunque soy caprichosa y odio que haya gente que se espanta de la libertad.  Y no sé exactamente que música me gusta, me pone histérica que me lo pregunten, me parece una pregunta estúpida, no entiendo como la gente tiene tiempo de identificar todas las canciones que les gustan y las que no adentro de su cabeza, y encima siempre se da la casualidad que les coinciden todas en el mismo estilo. Ni siquiera me interesa distinguir los estilos que existen. Y encima es la pregunta favorita de la mayoría de los desconocidos que podrían caerme bien.

llegaste.

(y yo sigo acá conformandome con que el café me salga más o menos tomable, pero me alegra que algunos lleguen.)