Pintemos cada centímetro del suelo, hagamos de esta casa una cueva, y en esa otra casa, mundo gris, para reconciliarme voy a dejar una huella. Que te juré que no pensaba dejar nunca de quejarme, pero te miento si me lamento, mis enojos no los cree nadie y no le encuentro el gusto a hacerte enojar. Mi protesta es un grito en silencio, lo vamos a ver todo el tiempo, es un mundo retorcido que desde el otro lado no nos va a dejar de mirar. Si me rindo es que yo se que no ganamos nada con la guerra, no quiero otra cosa que darle a tu vida una vuelta y mostrarte que donde estás buscando no es donde está tu paz.
Ese blanco horrible brilla tanto! nuestra calma es fuxia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario