Quiero vacaciones, decís, hace como un mes que lo que más querés es un día para poder levantarte a Cualquier hora, quedarte eternamente en pijama, almorzar, (cuánto hace que no hacés eso!), mirar la tele, dormir la siesta, perder el tiempo. Solamente para que después te empieces a desesperar, a buscarte quince mi estupideces para hacer, a ponerte despertadores para "aprovechar la mañana", a esforzarte por irte a dormir más temprano (aunque con tus horarios de este año, querida, quien sabe lo que es temprano.) Y desear con todas tus fuerzas que empiece todo otra vez.
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