A veces quiero descargar la mente un poco, y hay historia, historia de Francia y de Inglaterra y del mundo y de las revoluciones, y me importa tan poco tan poco en realidad pero por ese arte de magia de las obligaciones me ocupó creo que más de la mitad de la cabeza en estos días. Y tengo mucha curiosidad a ver con que lleno todo ese lugar en blanco mañana a las 7 de la tarde, cuando para bien o para mal esas mil revoluciones no me importen más. Me espanta un poco, ni yo sé que puede hacer mi mente con un poquito de espacio libre. Y hay también cosas en las que pienso y no quiero pensar, pero no sé si no Tengo que pensarlas, y otras que pienso un poco y me dan esa sensación rara que dan los secretos y mucha, mucha ansiedad que da lo incierto. Y hay cosas que me hacen reír, irónicamente los jueves al mediodía me hacen reír, y que un profesor me entregue un trabajo y sus correcciones sean puros chistes me hace reír, y saber que (una vez más) traté de evitar algo por intuición, no lo conseguí, y al final fue de lo mejor, también me hace reír, y pensar una excusa para cumplir una obligación o aprovecharse de una obligación para usarla de excusa y que de repente desaparezca me hace feliz, pero no te confundas, que me hace feliz nada más que por lo lógico que parece el mundo a veces y lo ilógico que puede llegar a ser, y por sentir que estoy viviendo adentro de mi cabeza, que debe ser algo que hago porque el mundo afuera está peor, pero mal que mal no hay lugar donde este más cómoda; parece razonable estar viviendo adentro mío, más que en el futuro o en el no futuro o en los delirios o en los problemas o en el pasado, y en todos esos lugares en los que alguna vez viví.
Chau, solo pasaba para hacerle un espacio a la revolución industrial.
haceme acordar que te invite una cerveza...
ResponderEliminarsuerte con las revoluciones burguesas.
mi jirafa tiene hipotiroidismo...
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