Te das cuenta, el cerebro es una carne rosa toda pegajosa y arrugada, todo lo que pensás es producto de una masa rosa deforme y asquerosa, pero vivimos ignorándolo, pensando que lo que pensamos está en algún lugar.
¿Tarde para empezar a ponerte a donde querés estar en vez de esperar que alguien te arrastre? Más tarde va a ser mañana. (Llegar a ese punto, es un riesgo de que los poderes mentales te funcionen demasiado bien, pero nunca lo suficientemente bien. No, no habíamos quedado en que los poderes mentales no existen y el cerebro son neuronas y sangre; no porque no me cierre, sino porque me aburre.)
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