Leo, me hago la filosófica, y me convenzo. Es medio imposible construir vínculos copados entre las personas en esta sociedad, este sistema, con estas reglas de juego. Y si "todo" alguna vez va a cambiar, va a tardar mucho tiempo. Seguro no vamos a verlo. Pero se me ocurre que, si no vamos a vivirlo, hay que tirar alguna punta para empezar algún cambio. Pienso en dos formas. Una son las pequeñas resistencias. Transgredir, agruparse, aislarse. Formar pequeñas comunidades raras y revolucionarias. Y la otra es escribir ficción. Creo que eso es lo único útil que aprendí de mi odiada cursada de historia de los medios. El teléfono, por ejemplo, existió en los cuentos, como invento mágico, antes que en la realidad. Al igual que la radio, y los submarinos.
No es pretenciosa la chica. Quiere ser la Julio Verne del concepto que reemplace al deforme y gastado "amor".
Hacete la revolucionaria tranquila, que total mañana será otro año.
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