Estaría muy pero muy bien tener una conciencia externa; como un disco externo, por un tiempo, para dejar ahí la información pesada y que me ayude a procesar los datos, para ordenarme un poco y poder seguir avanzando sin saturarme, para descargar lo que tenga adentro, intercambiar un poco la vida, crecer, y después vemos.
Pero que metáfora más horrible y fría que acabo de hacer.
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