19.2.12

Se arrancó de las manos todos los anillos que la ataban (aunque ninguno, menos mal, era de compromiso): Un recuerdo, un recordatorio, uno por las dudas, uno que no combinaba. Se dejó solamente el más nuevo, porque  lo había elegido y porque era distinto, y por supuesto que el mágico, porque siempre que se perdía volvía a ella, aunque tuviera que recorrer 1000 kilometros (Sí, la de ese anillo es una historia real.). Y salió al ruedo. 

No, la historia entera no es real. 

Viste nuestra charla del miedo? bueno, no voy a conseguir un novio, pero quizá un trabajo. Ya te contaré.

No, la historia entera no es tan sencilla. (Ley de vida)

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