Parece que se viene un tiempo de subeybaja, montaña rusa, autitos chocadores.
Un poquito de esto, un poquito de lo aquello, otra vidita descarriada que se va encaminando, otro viernes de señoritas, un teórico del fetichismo de la mercancía, alguna semana de nadie... Y te encontrás con las dos verdades trágicas de que, ni tenés el equilibrio para bancarte estos palos... Ni tenés a nadie como para contárselos todos. Y ahora sí, se te presenta como la última alternativa mejor... Aferrarte a algo... A algo de lo que no sabés ni donde quedan las pestañas.
Tirame un centro
(Y mientras tanto contame un cuento que me ahogue y me abstraiga de todo...)
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