Mirá que no estamos para tirar afecto al techo, eh. Pero al tigre al que no le hace nada una mancha más, tampoco le hace una mancha menos.
Eso y que los tiempos y espacios posmodernos son tan ridículos como una serie de ciencia ficción puede hacerlos parecer.
Algunos se toman una vida de receso y después alguien les inventa una biografía. Algunos esperan, siempre. Lástima no poder entrevistarlos postmortem.
La academia no alienta la formación de científicos especializados en periodismo o periodistas con formación en viajes tempoespaciaes.
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