Te regalan una flor y te la cobran
en alguna de las bocas que salen de ella.
No somos sus hijos
pero sí sus engendros
¿Quién puede culparnos?
Por no saber amarla
y tampoco amar nada
que esté lejos de ella.
en alguna de las bocas que salen de ella.
No somos sus hijos
pero sí sus engendros
¿Quién puede culparnos?
Por no saber amarla
y tampoco amar nada
que esté lejos de ella.
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