21.8.15

Tami en la UBA especial de halloween

Somos cuarenta y tres esperando el turno. Treinta y nueve ya están llenando su planilla.

¿De verdad me van a preguntar de qué se murieron todos mis parientes muertos? ¿De verdad tengo que contestar de que se murieron todos mis parientes vivos? Disculpe, doctora arrugada, ¿puede ser que en estas preguntas ginecológicas haya como un vacío legal?

Todos llenan el formulario. Miento en el formulario. Invento en el formulario. Soy una ciudadana ejemplar en el formulario.

Primer piso a la derecha. ¿Trajiste la muestra de orina? Sí, ¿te la doy ahora? No, ¿podrías llevarla al tercer piso? Claro que podría llevarla al tercer piso, si ya la traje desde Morón.

A cambio del pis en un frasco, te dan un ticket para la extracción. Al final, la Universidad de Buenos Aires va a costarte un poco de tu sangre. 

Te pinchan. ¿Ahora puedo desayunar? No, primero tenés que contestarnos si alguna vez te quisiste suicidar. ¿Hace dos minutos cuenta? Ay, no se le hacen esos chistes a los psicólogos de la UBA. ¿Ahora me puedo ir?


Por supuesto, muy amable, vuelva el doce de septiembre. La UBA tiene un mes para decidir si me va a dar el título, o si voy a morir en el intento. 

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