16.6.11

Envenenada de té con café con leche con mate con licor, con los ojos alterados y el alma ni te cuento, te dice, le voy a ganar al destino, porque total no existe. 


Aguantame una semanita más cuerpo mío, que después te prometo que dormimos, y no tomamos más café, y dormimos más y nos divertimos y  hasta te llevo a pasear. 


Si el destino existe a mi me odia, pero me odia, pero me odia. Acotación disimulada de unos días después.

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