25.3.14

Macarena

Qué no hubiera dado si hace tres años le hubiesen prometido una noche de diciembre con el cielo despejado y Macarena descalza, cruzada de piernas arriba de una silla, soltándose el pelo negro hasta la cintura y volviéndose a armar un rodete, hablándole de Colombia y de los patos de no sé qué lago que migraron por el calentamiento global. Pero se quiere ir. No porque Macarena en realidad le esté hablando a los demás y esquivándole la mirada. Eso es casi una suerte. Y ella no fué la que la esquivó primero. Macarena habla con un acento como de algún pueblo aunque no viene de ningún lado, y se mueve como si bailara mientras baldea el patio un domingo a la mañana, y le saca el tomate a la pizza con gestos de artista. Macarena era tan linda...


[El relato completo acá, en Historias para leer en el subte. Pasen y vean. ]

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