Ya es costumbre bajarse 300 paradas antes del colectivo por tener más ganas de caminar y escuchar la radio que de entrar a la facultad, y como todos los días se me ocurre alguna excusa genial. Los negocios de ropa que nunca compraré ya me los se de memoria, igual que los de zapatos, así que la excusa de hoy es que quiero un chocolate blanco. Pero no. No está con migo la suerte hoy, 10 cuadras y 4 kioscos más tarde, espiando los chocolates sin preguntar, (me afectó la clase de economía de ayer y la teoría del parásito), al fin pregunto:
_ ¿No tenes ningún chocolate blanco?.
_ No, me quedaron esos nada más, porque ya pasó la temporada.
¡¿Temporada de chocolates?! ¿Que es esto? No te estoy pidiendo cerezas en invierno ni mandarinas ricas en verano, ni sandalias en julio ni una polera en enero, no me jodas, además estamos en noviembre, ¿Tengo que esperar las pascuas para comerme un chocolate blanco?
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