Yo también quise ser detective.

2:36 a.m  evitando estudiar encuentro,  en algún extremo indeterminado del ciberespacio que exploro mientras pienso que me olvidé de ser científica, astronauta y detective como quería antes, ahora es tarde, algo que leer, interesante.

2:39 a.m sigo leyendo, esta manía de investigar a los desconocidos, bueno, para algo escribe. Se parece a mí, definitivamente, mirá lo que escribe, mirá el título, mirá los colores, que loco. Sigo investigando, afloran mis sueños de detective a estas horas. Uy, mirá qué detalle, ¿En esto también se parece a mi? No, no, a mi no, definitivamente en eso no. Pero me parece tan parecido. ¿Parecido a quién? aah, sí, se parece a él. ¿A quieeeen?. Sí, sí. definitivamente, esas palabras, esa forma de pensar, sí, de esos tiempos me sonaban conocidas. Pero, ¿No se parecía a mi? Sí, sí.  ¿Y a vos también? ¿A él? ¿A quién? ¿Estás segura? ¿Te acordás bien? ¿Se parece? ¿Te parecés? ¿Nos parecemos? ¿Todos? ¿Debería asustarme? ¿En qué me convertiste?

2:58 a.m. a mi ya nada me sorprende, mirá si me voy a asustar por parecerme un poquito a un fantasma, y cómo no me voy a parecer si era un diesmilporciento invención de mi mente.

3:00 a.m : arribo a una nueva conclusión. Mejor mantenerla en secreto de estado,  Un desastre. No se si es mejor esto, o parecerme. Me guardo una definición porque no son momentos para andar espantando.