Tanto cine importado, tantas latas y tanta Cuevana nos llenaron de personalidades descontextualizadas. Y apenas se me ocurre pensar en eso, se me ocurre preguntarme si no soy uno de ellos.
Todos disfrutan más la vida cuando tienen la seguridad de que se la van a poder sacar un rato de encima. Algunos se la sacan más fácil. Otros están más impregnados, y algunos la confunden con conciencia.
¿Porqué no quiero lo que creo que quiero?
¿O hay de verdad algo trascendental en los sentimientos?
¿O es solo impregnación de conceptos cenicientosos?
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