Globalización, en el título de un capítulo de la última unidad del programa de políticas y planificación de la comunicación. Pregunta de final. Alumno, explique el concepto. Claro que le explico.
Es la certeza de que hay algo de violento en todo esto y la ansiedad de Moscú el 8 de Enero. El saquito de té, ingenuo arriba de la mesa manchando unas fotocopias de un librito de Ruso de la unión soviética. Un papelito con el intento de escribir en Cirílico el nombre de todos mis amigos, puesto de señalador en un texto que dice cosas tan poco trascendentes como que canal 9 se llamó Azul en los noventa. Y Plutón a veces no es un planeta y en Kuala Lumpur una niña le rompe a su hermano el robot que le regalaron para el cumpleaños, ¿y porqué Azul habría de ser más relevante?
Es la orden de compras del pasaje procesándose en este momento en algún lugar del cosmos y del semiocapitalismo para que el ticket virtual aparezca en mi Gmail antes de que mañana sean cumplidas las 72 horas hábiles de mi click. Es la amistosidad de Chuang y soy yo asegurándome de poner un tamarismo imposible de identificar para el Google Translate en caso de que mis futuros eventuales amigos también estén chusmeándome intergalácticamente.
Son las botas de caña alta marrones con peluchito sintético talle 6 en numeración norteamericana que vienen por el atlántico en un free shipping prometiéndo llegar en 39 días, justo a tiempo para ser metidas en mi valija, despachadas en el avión, posiblemente perdidas en un aeropuerto y recuperadas para aparecer en mi foto enterrada en la nieve hasta las rodillas.
Es decir casualmente en un pasillo que imposible no es nada, casi que ni la luna. Es conocer otro departamento de un estudiante de comunicación y comprobar felizmente que no vamos a dejar de usar aguayos de manteles aunque nos recibamos, y es un despertador sonando en el celular de una chica de indonesia que se levanta ahora con la misma idea fija en la cabeza con la que me voy a levantar yo en 5 o 6 horas, y son las fotos que cada una vio de la otra y que no van a tener nada que ver con la vida real pero que ahora forman el recuerdo de algo que todavía no pasó. Cuando tengamos recuerdos realesquizá ya no nos pensemos, o quizá si, y quizá sea también un verano 2015 en Tailandia con los hindúes y los brasileros y al mismo tiempo un verano 2015 de trabajo esclavo en un local de ropa pagando mis deudas, si sigo sin avisar en el trabajo que pretendo desaparecer y luego volver a materializarme. Es no animarme a avisar porque lo ensayo en mi cabeza como si se tratara de comentarle humanamente a alguien lo que pienso hacer, cuando en realidad se trata de un mail, porque es perfectamente posible haber trabajado dos años para alguien sin haberle visto la cara ni en video.
Es pensar si no irán a mandarme una sola bota por no haber aclarado que quería las dos y Luciano diciéndome que no, que hay cosas internacionalmente obvias, y yo pensando si intergalácticamente también, y si el que dice naturaleza humana dice naturaleza marciana y si sería discriminación decir marciano en lugar de extraterrestre y que me guste tanto esa canción tontísima de Natalia LaFourcade y que mi celular me notifique que Rashika Hoa me está invitando a Nueva Delhi y que sea un mensaje standard pero no tan despersonalizado como el mail de Happy Thanksgiving de la compañía, y la calculadora viendo que la campera me llegaría a tiempo para viajar pero no a tiempo de comprar una más térmica en caso de que el fotoshop la esté haciendo ver más abrigada, y haber odiado un poco el verano toda la vida y ahora hacerme la rebelde y esquivarlo y hacer chistes con escribir un libro en la cárcel y que mamá me rete porque "pobre Camila" y divagar, divagar y pensar en qué nivel el divague deja de ser entendible para un Nepalí estudiante de Japonés con un Wordreference spanish-english en la otra pestaña, y si acaso podrá ser más entendible para él que para alguna amiga media olvidada a la que en un momento se le descontextualizó mi vida, y si acaso puedo no poner puntos para que todos ellos dejen de leer porque de pronto me importa dar una buena primera impresión, porque la primera en este caso va a ser practicamente la última, y porque tengo un trabajo ajeno sobre eso acá en la misma mesa, con el saquito de té y los libros en ruso y el cuadernito con los pocos apuntes sobre la ley de medios, y porque voy a empezar la tesina y voy a seguir pagando las 18 cuotas, y porque si al fin y al cabo me mandan sólo una bota y no el par va a ser una buena historia para contarle a los nietos que eventualmente no quisiera tener y para los que eventualmente no sería una buena historia porque comprarían por telepatía, ya que tendrían en el cerebro un chip mezcla de un capítulo de Black Mirror con "democratización de la televisión digital terrestre mediante la interactividad online" y poner un punto porque no da mas. Y es pensar que al menos la historia del pseudocasamiento de Caro en Tocaña no puede devaluarse.
Y disculpe, es también un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.
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