El último rayo de sol marciano —marciano de marzo— dejará ver donde están sus pies. Mientras tanto, los cuerpos se acostumbraron a los inviernos. Pero un bicho de luz volando a tres milímetros de su cara, una gota de jabón haciéndole arder los ojos: todavía se pueden sentir cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario