Hay tanto silencio que los mosquitos se escuchan desde lejos. Yo quiero una casa así, de techos altos, y voy a tener que importarla de otra época. Quiero una ventana que de a la calle desde la cama y que la calle sea así, de pueblo. Pero hoy la tuve y aunque me quedé despierta no vi casi nada de vida. Pasó solamente una mujer, y tenía heridas remarcadas, esas cicatrices oscuras que quedan cuando la herida todavía muy nueva se expone al sol.
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