Hay gente que dice que "siempre supo lo que quiso ser". Las biografías de biólogos dicen que de chiquitos jugaban a descuartizar hormigas y las de ecologistas que hicieron una campaña en la primaria para salvar al mundo del calentamiento global, los abogados mentían de chiquitos y las maestras ayudaban a hacer la tarea a sus hermanos. Pero las que más odio son las de periodistas que hacían su propia revista recortando la Billiken. Claro, porque ahora solo los biólogos jugaban al dios de las hormigas y las maestras sólo obligaban a hacer láminas con el derretimiento de los glaciares a los ecologistas.
No se mientan más. Hacé memoria y fijate que si mañana decidís convertirte en estrella de rock, seguro te vas a acordar que a los 4 años tocaste los toc toc en un acto escolar. Y si pasado escribís un libro y la pegás te vas a acordar que te sacaste un Excelente en un cuento de astronautas en cuarto grado. Todos escribimos un cuento de marcianos. Y todos quisimos ser actores. También maestras. También bomberos. Pero si es por buscar vocaciones ocultas que desarrollaste desde pequeño largá todo. Renunciá al trabajo. Dejá la facultad. Y andá a ver como podés meterte en la N.A.S.A. ¿O no me vas a decir que no querías ser astronauta?
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