Soy una piedra, y tiene razón mi amiga-pollo cuando lo dice.
Pero de repente me agarra la sensibilidad extrema (excepcional, pero pasa)
Hoy tengo mal humor para un siglo, y es un mal humor completamente dependiente.
A mi no me gusta depender de nadie para nada.
El problema es que puedo arreglármelas sola para el buen humor,
pero no para el malo.
Y la conclusión de eso es estar siempre sola.
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