No hay forma de ocupar todo el tiempo de una cabeza.
Se puede ocupar todo espacio, estallarla, que explote y que no haya más lugar para nada ni para la creatividad, pero el tiempo para pensar en una cosa más, o en una cosa de siempre a pesar de que haya mil y una cosas extra apretando su lugar, es elástico-infinito.
Y por ahí, también, más apretado está el espacio, más productivo se vuelve ese tiempo.
Para bien y para mal.
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