29.1.15

Garganta

El mundo está lleno de gargantas del diablo, pero está tiene cuerdas vocales para cantarle al cielo.
Ojalá pudiera pararme allá arriba y a la vez quedarme acá,  para ver cuán chiquita soy.
Alguien canta de la Puna y del amor y afuera los micros pasan y vamos a perderlos tocando la guitarra, como pasaba en la última escena de esa película que una vez te conté.

24.1.15

Techos altos

Hay tanto silencio que los mosquitos se escuchan desde lejos. Yo quiero una casa así,  de techos altos, y voy a tener que importarla de otra época. Quiero una ventana que de a la calle desde la cama y que la calle sea así,  de pueblo. Pero hoy la tuve y aunque me quedé despierta no vi casi nada de vida. Pasó solamente una mujer, y tenía heridas remarcadas,  esas cicatrices oscuras que quedan cuando la herida todavía muy nueva se expone al sol.

Pueblo con helechos

Antes, las vidas eran más parecidas a un patio fresco con galería y helechos colgando. Con sillas de caño y tierra en el piso y un macetero de cemento con una de esas plantas de hojita de moneda que sólo crecían donde había abuelas. Los helechos son plantas de época. La plaza de este pueblo chico encierra porque no queda nada de pueblo en este chico. No me iría a dormir nunca. Alguna vez el cielo tuvo en casa estas mismas estrellas. Ahora hay que andar trepando en pueblos con helechos, hasta arriba de la colina del cementerio, en la que viven sólo los muertos, para verlas un poco. Y ya nadie quiere jugar a eso. Los juegos nuevos tienen las reglas demasiado claras, están demasiado lejos de esas escondidas en las que de repente valía esconderse en el balcón del fondo y de repente dejaba de valer.

21.1.15

Gramáticas

El chofer jujeño mira nuestros pasajes con el horario tachado y escrito con lapicera.
-¿Se han hecho dejar? -Nos pregunta, y me tiene que repetir porque no entiendo.
Si, "nos hemos hecho dejar". No nos dejó el micro, el micro estaba ahí esperándonos.  Tampoco lo perdimos nosotras, nosotras también estábamos ahí esperándolo. 
Nos hemos hecho dejar, el señor sabe muy bien;  que en realidad no nos queríamos ir, que tampoco nos animabamos a quedarnos, que nos hicimos las bobas e hicimos que nos abandone.
Como todos, como siempre.

18.1.15

Acá

Tu panza una cancha
de once vacía
De pasto y de estrellas
Y brujas de La Paz
y volaste de acá
me lleva el río
me lleva el mar
te lleva el viento
te lleva un avión
volaste de ganas
volaste de pena
pero todos de aquí
se vuelan de miedo
¿cuál maldición
es peor que la mía?
arriba, abajo
ni cuando ven fueg
ni cuando ven estrellas
Lloran los que lloran
Cuando ven la soledad.

11.1.15

Comisión electoral

Hay como un juego de engaño
suenan parecido
acompañarse
Y hacer campaña.

Año de elecciones se viene
para el rebaño
Y para la niña.

7.1.15

La subida

Se rompen las escaleras
que no están a la altura.
Estallan, 
mañana. 
No se sabe 
como se sube después.

6.1.15

Sería

Sería el idilio, que las sábanas siempre sean verdes y respirar cerca del piso. Sería un sueño que la lluvia o el sol me despertasen como hoy por la mañana y cumplir una obligación tan bella que se me va la vida. Descansar con mate cocido y pensar en viajar. A la noche charlar, rabas, cervezas.
Sería el idilio, jugar, pero de verdad, toda la vida a esto.
Sería el idilio, sería.
Con o sin amor.

5.1.15

Mañana no hay nada (vino, asado, no hay hotel).

No me correspondió quererte; ni verte. Ni aprender aquellas cosas que nuestros padres que no son padres tenían reservadas para algunas suertes. Suerte a veces tengo pero no ayer, cuando hubiese sido mala, verte de cerca es una condena y si creyera en algo sería en maldiciones. No es mío ese consuelo de tontos del aprendizaje, y el otro día quede muy mal adelante de los espíritus por reírme de ellos. Le digo espíritus a algunas personas, las que buscan su alma en un rincón de escuela, y dicen de afuera haber dado con ella. Le digo espíritu a una amiga que dejó de ser compañera para ser feliz. Le digo espíritu también a todas las santas que condimentan lechuga dejando en eso su vida;
mi tía mi otra tía mi prima su hermana su madre mi abuela. La madre y la hermana de ella, sus tías sus primas las hijas las madres hermanas primas la hermana la hija. (Mi mamá no).
Cada vez que vengo a la costa, ocurre alguna guerra por condimentar la lechuga. 
Hoy dijo papá que había carne para hombres y carne para mujeres; que la de ellos era la que estaba a punto. Y yo elegí la equivocada. Siempre que vengo a la costa ocurre un asado y adentro las mujeres rayan la zanahoria y afuera los hombres toman el vino y es el año mil ochoscientos cuarenta y tres;
y yo quiero estar afuera. 
Recién dije algunas cosas tan horribles como el feminismo barato de la chica del short campana. Hay una chica que tiene un short negro de tela que parece una pollera. Hoy caminé cientos de cuadras (por el mar) y me acordé de ella. Hoy caminé cientos de cuadras e imaginé un chiste que no tendrá ocasión, Hoy pedí permiso para contagiarle a un grillo mis penas y en un gesto de algo, le mostré a mamá una canción de la luna llena,
Hoy quise odiar a la luna que me hacía sentir mal de no estar feliz aun viéndola ser hermosa, y le saqué una foto porque quien sabe si hoy habrá que mentir de nuevo. Hoy hablé un montón de todos mis escapes volando, y mis escapes rodando... Y me preguntaron ojos rubios por todo lo que no sé. Hoy me correspondió pensar con los pies en la arena en una caminata de los quince, cuando la paz aún podía ser buena pero mis pies ya esquivaban la paz. Hoy me correspondió mirar una cosa bebé que no tendré nunca y después pensar que sí, que no, que no de nuevo y que las leyes y las agujas por el amor de lo que sea y mejor así mis sentimientos y nadie me arranque (con manos de mocos) las cortinas. Hoy me correspondió pensar en causas-consecuencias y en miedos de la infancia y en miedos del futuro. Hoy me correspondió olvidarme del intento zen-la vida. Hoy me pregunté un ratito (...) después recordé; mejor dejar mejor no ser mejor borrar ignorar -hacete la tonta-. Hoy me correspondió suspirar en un vaso pegajoso de sidra con helado; pensar en la vida de a tramos, en que no es culpa de la luna y que mañana ojalá. Que ojalá mañana, ojalá mañana, un helado de limón barato, pero que sea mañana, Quiero eso, pero en la mañana; antes que el café; yo prefiero, alguna de tus marañas. Mañana no hay nada salvo otra dosis de mirar tus ojos como si en el fondo se escondiera el resultado del estudio de algún mal con la muerte terminal. Mañana no hay nada excepto otro trampo de un devenir infinito. Mañana no hay nada excepto confundirte en el caso improbable (probable de pruebas) de que tu desayuno se atragante de mi imprenta,
Mañana no hay nada, excepto el lago de wisky barato que arrastran mis sangres. 
Mañana no hay nada, excepto un recuerto, de una charla que no iremos a beber. 
Mañana no hay nada, excepto variedad de alcoholes de quemar baratos sobre un short campana. 
Mañana no hay nada excepto excepto disimular que sin tus oídos no escucho.
Mañana no hay nada, porque mañana aprendí; imaginarte no es nada. 
Mañana no hay nada, porque no. 
Mañana no hay nada, porque las células mueren...
Mañana no hay nada, 
imaginación,
mañana no hay nada
(nunca llames corazón), 
mañana no hay nada.

Anteayer, mujer, 
tu antisuerte te delata.
Anteayer, mujer
(no se quién esté peor).

la sobrina polémica

no creo en el individualismo
y dos
me parece lo mismo

veo 
como te reís
mientras servís el hielo.

3.1.15

Quejas

Ya se quejarán, niña, se quejarán, 
teletransportados y dueños de las impresoras de vida
y de las maquinas del tiempo. 
De que nuestras historias elásticas
tenían más poesía. 

Polémica navideña

Hace como cuatro días que la busco, pero no encuentro la frase que justifique por qué me gustan los fuegos artificiales; más allá del perro, del bosque, de la tragedia y del propio miedo que me causan. Los trato de justificar, incluso, a pesar de que un día me asustaron tanto, que pensé que de verdad se estaba terminando el mundo. 
O será, en realidad, que me fascinan justamente por eso.

Quienes

Mermelada
por la incertidumbre:
ya no sé
quien soy mañana.
¿Quién preparará
un té con analgésicos?
A veces 
una mujer 
llena de rimmel
que se come el mundo
A veces 
una adolescente
excedida en todo
A veces 
esa persona
que no tiene ojos
y A veces
aquella que los tiene
por todas partes
atenta al punto
en el que fuga la ciudad.