24.4.15

Revueltas

No termino de leer
el libro maldito
ni de cargarlo
por toda la ciudad.
¿Por qué sabías
qué    
y no me lo dijiste?
Llevamos la vida
viviendo
en el límite
de capital con provincia
y un rato
en las fronteras
de leer por teléfono a Barthes.
En un rato
te va a llamar
por teléfono una cosa
y voy a ser yo
desde otra vida
invitándote
a charlar
como lo harían
un sapo y una mariposa
que se conocieron
en vidas pasadas
cuando él era gato 
 y ella ratón. 

21.4.15

Blends II

Acá el único t(é) extraño
es el de maracuyá con rosa mosqueta.

20.4.15

Gualichos

Me explicaron  una vez
que dicen  las brujas
que para sacarse de encima
a alguien que hace mal
que hay que meter
un papel
con su nombre en el freezer.
Yo quise transpolarlo
y meterte en el microondas
(si  caía en el ritual,
iba a ponerme ambiciosa)
me retaron:
la magia no funciona así.

19.4.15

Blends

¿Qué tiene que ver
el hibiscus 
con el amor?
Mamá compró un té
la caja decía
"con sabor
al primer beso"
y pienso
si tendrá gusto
a frío
a nada
a baba
o a qué.

Retazos por Facebook

Es cosa de época
que me llegue
una mentira suya
adjunta en un mail
o como notificación de instagram.
Ni siquiera se gasta
en formar una historia
con sus pedazos de vida,
le alcanza 
el recurso
si le funciona
para que le regalen café.

No se preocupa, 
pasaron los años
nadie va a ir
a pedirle
que devuelva nada.

17.4.15

Poros

De cerca se ve
como que hay algo mal en ella
y si te le acercás demás
hasta verle los poros
podés ver
como acomoda los hilos
de lo que va a contar
(no tiene idea
de lo que está haciendo).

14.4.15

Contagio performativo

Teníamos un juego con Guatepeor, nos contagiábamos bostezos por telepatía. Puedo jugar ese juego con vos. Ya te estoy contagiando. 
A veces funciona muy rápido. Quizás ya bostezaste. Quizás todavía no. Pero vas a bostezar de un momento a otro. 
Yo bostezo mientras te lo cuento. Es divertido, porque te contagio un bostezo que otra persona me contagió antes. Ahora tenés su bostezo, y ni siquiera la conocés. Tu bostezo no viene de tu cuerpo, viene del mío y a su vez del suyo. Eso pasa con muchas otras cosas. Aunque no solemos prestarle tanta atención. 
Tu cansancio y el mío son el mismo, todo esto es un solo bostezo compartido. Quizás esta historia te hace doler la cabeza. Cuando bostezo mucho, siento que me duele la cabeza. Aunque en realidad me parece que es al revés. 
¿Todavía no bostezaste? Si decís que no, no te creo. "Bostezo" es el lenguaje más performativo. Eso significa que las palabras de verdad transforman el mundo real. Algunos dicen que no. No les creo. Lo puedo probar con muchas otras cosas. Pero esta es la forma más divertida. 
Después de todo esto, tu cuerpo está transformado. ¿Es un poco escalofriante? Tenés mi bostezo ahora. Tenés mi cansancio ahora. Se va a quedar con vos por lo menos un ratito. 
Igual no es mío, me lo contagió Guatepeor. 

13.4.15

Fin del psicoanálisis

Las personas están todas conectadas
eso igual no sirve para nada
tu inconsciente depende de mí
pero los inconscientes
no invitan a salir.

12.4.15

Vuelta

Mamá habla en coreano 
y la veterinaria
en celta
todo lo que prende
no comprende 
y mañana 
tu perro ladra en rumano
y el chico del vivero
en belga
todo lo que vende
acá se entiende
y mañana 
el médico nos diagnostica en prusiano
y la camarera
nos interroga
en quechua
todo lo que prende
se extiende 
y mañana...

9.4.15

Detrás de un vidrio

Me fui a Tanzania
para ver
que en todo el mundo es igual
tomar un café
y ser un extraño detrás de un vidrio

Y te fuiste a Finlandia
para ver
que en todo el mundo es igual
tomar un café
y ser un extraño detrás de un vidrio

Y ahora queda
volver a casa
y saber
que todo es igual
pero que ahora no podemos soñar
con ir a Rumania
porque vamos a ver
que en todo el mundo es igual
tomar un café
y ser un extraño detrás de un vidrio.

7.4.15

La historia es como se narra

(de amor e ideología)

La historia es como se narra. Lo sabe cualquiera al que de chico le hayan contado una anécdota buena sobre ir a pescar, y mi abuelo era pescador. No hay nada de mágico en sacar peces con redes del río salvo la imaginación de los que se convierten en héroes al contarlo. 
La historia es como se narra y lo sabe cualquiera que tenga unos padres que se conocieron en un boliche por azar, y tuvieron que adornarla para tener algo que contarnos a los hijos en los aniversarios, porque hace más de veinticinco años que siguen juntos. 
La historia es como se narra y lo sabe cualquiera que haya pertenecido a una familia, a una religión o a un país, aunque yo a veces me lo olvido.
La historia es como se narra y a veces me lo olvido y otras me lo acuerdo demasiado, por eso me pongo a inventar cosas sobre carreteles vacíos de hilos que no tiran para ninguna parte. La historia es como se narra y por eso una vez intenté guardar por mucho tiempo un un billete de dos pesos que tenía algo anotado sin perderlo, para que se convirtiera en recurso retórico de la historia de mi vida. 
La historia es como se narra y por eso cuando perdí ese billete supe que había historias que se desdibujan y no llegan a ser como se imaginaron, y que no podía hacer nada para volver a encausar un cuento que se me había ido por las ramas.
La historia es como se narra, y hace tiempo que crecí y me lo acordé, y ahora puedo inventar una historia de magias y de presentimientos, de casualidades y de ingenuidades bobas que me permita tener una sonrisa más grande ante la misma cerveza que podría tomar sin inventar nada.
La historia es como se narra y si alguien tuvo la astucia para quererme, o para quererte, o vos la de querer o cualquiera de las combinaciones posibles, no fue más que la picardía suficiente de inventar una buena historia, un relato verosímil y atrapante de si mismos que valiera la pena detenerse a vivir y a escuchar.
La historia es como se narra, y porque me lo acordé puedo regalarte un buen final por si algún día alguien te lo cuente y después irme con mis principios a otra parte.
La historia es como se narra y por eso los puntos están bien puestos en donde te parezca, y también todo niño va a crecer y va a aprender a leerlos donde están. 
La historia es como se narra y por eso te cuento que es verdad todo eso, y que es verdad porque yo lo digo, y solo porque sí. La historia es como se narra y por eso esta historia no va a ser de otra manera que de la que decidas contarla, su principio estuvo donde lo inventaste y su final cuando se terminó la tensión narrativa.
Todo eso es cierto, y también es cierto que a la legua se sabe cuando las historias están terminadas. Que se nota cuando vienen los últimos capítulos de una novela, y cuando ya empezó el desenlace de la película y cuando el cuento se está por terminar. Todo eso es cierto.
Todo eso es cierto y también es cierto que acá estoy, dándole vueltas, tratando de escribir una historia sobre la historia otra vez. 
Todo eso es cierto, y también es cierto, que esta es una historia sobre como son las historias, y que esta historia también es como se narra. Todo eso es cierto, y también es cierto que si quiero lo borro, y lo empezamos otra vez. 

5.4.15

Hambre

No podemos comer, 
ni siquiera podemos comer
no sólo 
porque no hiciste la comida
ni me dejaste ganas
de hacer la comida
sino porque no tenemos
de lo que se necesita para comer
como alimentos
como cubiertos
Y hambre.

No nos quedó hambre.

De nada

Buen día Guatepeor; te invitaría a desayunar
otra vez
mi calendario cristaliza el caos
y otra vez
ahorca tu bufanda el borde de tu piel
esta vez
no tengo ganas de hacerte un café
ahora
las mañanas son un mapa sin razón
alguna vez
tuveo alguna fé, con tu nombre o con dos...

Hasta el tres
la ingenuidad le dio para inventar
ya no sé
si hay ley marciana 
que pueda arreglarme hoy...

No tengo ganas
ni de vos (ni de vos).

4.4.15

Vegetación

Tu pertenencia a un suelo
y la pertenencia a ese suelo
de un montón de cosas secas
que me imantan sin razón
son como pruebas
en la semana pagana
de que alguna cosa
con reglas más que humanas
anda por ahí

incluso

si nadie puede verlas 
ni nadie quiere actuarlas.

2.4.15

Excesos de domingo.

Pocas costumbres había tenido en la vida. Todas de domingo. Una obligada: comer ravioles. Los odiaba. De más grande la costumbre de los mediodías de domingo se transformó. Levantarse resacosa y hacer preguntas por mensaje de texto. Siempre eran preguntas que daban información suya de más y no la informaban de nada. ¿A qué hora llegué ayer? ¿Con quien estaba tal, que nunca llegó al bar? ¿Qué pensás de lo que te conté, te lo acordás? ¿Sabés lo que hice ayer cuando me quedé sola? Nunca aprendía a no hacerlas. Es que era la costumbre de domingo, y esas cosas es muy difícil cambiarlas. Ni siquiera estaba segura de que fuera una costumbre diferente al almuerzo familiar obligado con ravioles. Eran la misma. La costumbre de poner arriba de la mesa cosas que no le gustaban, buscar a personas que no había elegido del todo, y compartirlas. Sin ganas, con una angustia absoluta, pero con el automatismo de saber que si no lo hacía se moriría de culpa toda la semana, y resignada al dolor de pansa de muerte que le provocaban, y que tardaba más en irse que la depresión del domingo por la tarde. 

Epifanía superflua

(de por qué no me funcionó la terapia:)
Nadie le pregunta a los psicólogos
por qué no se consiguen otro trabajo y hacen terapia en su tiempo libre.

Otro tipo de mono

Como si pensar mucho
se solucionara pensando más.

Lo contrario funcionó tan bien
y está tan pasado de moda.

No se si vas a volver
como los jeans de tiro alto

o si el año que viene
mostraremos de nuevo el ombligo

las modas duran un año
las tendencias diez

pero las excepciones 
como vos o los monos con short

nunca se sabe
escaparon de la lógica

o no salieron de ella, 
andá a saber.

1.4.15

Intento frustrado de llanto

Algo perdimos. Perdimos porque me faltan la documentación, la plata, el coso en el que va la plata, las llaves, el teléfono, las tarjetas, el papelito con un dibujo, el papel que declaraba que perdí el papel para que me devuelvan una plata de un curso, varios billetes de todos los tamaños y uno de dos con valor sentimental. Perdimos porque los gritos nerviosos que pego no llegan a ninguna parte y porque busqué una pastilla y una libreta universitaria por todos los cajones de la casa y no encontré ninguna de las dos. Perdimos porque la única diferencia entre esas señoras empastilladas que duermen con Rivotril y yo, es que yo no sé dónde se guardan en esta casa las pastillas.

Un día, cuando triunfe o me muera, cuando triunfes o te mueras, o nos pase algo peor que morir, o andemos por ahí en los confines teniendo que declarar nuestros crímenes o disculparnos o levantar los cuerpos de linyeras zaparrastrosos del umbral de un banco… Un día cuando pase algo de eso te voy a hacer acordar que nunca decidimos nada, que somos un montón de momentos arbitrarios de vida o muerte. La diferencia entre un ganador de un nobel y un muerto anónimo atropellado en una avenida es igual a los segundos que pasaron entre su paso y el del siguiente auto, cada vez que un ganador del nobel, durante su larga vida, cruzó una avenida. La diferencia entre una desquiciada y yo, ya te dije, yo no tengo pastillas.