10.7.13

Argumento en contra de los argumentos

Partamos de la base de que se puede argumentar cualquier cosa. Se pueden encontrar razones para todo, a favor y en contra. Hay, querramos o no, razones sólidas para comer carne, como las proteínas o que lo hicieron sociedades enteras, y también para no hacerlo, como la vida de los animales, el colesterol, o también que no lo hicieron sociedades enteras. 
Hay razones a favor y en contra de que dos personas cualquiera estén juntas, como que se parecen mucho, o que son diferentes y se complementan; y hay razones para que las mismas dos personas se alejen, como que se molestan en detalles chiquitos o que tienen objetivos de vida grandes e incompatibles, y también que son muy parecidos o muy diferentes. 
Hay razones en contra y a favor de cualquier teoría, de cualquier gobierno, de cualquier ideología, de cualquier religión, de cualquier amor y de cualquier guerra.
Si de todo se puede argumentar en contra y a favor, no hay que argumentar nada. Pero si no se tiene en cuenta ningún argumento, las cosas siguen ahí,  y si bajamos de la balanza todos los pros y todos los contras,  queda solamente un móvil, el capricho. El capricho, entonces, es la única certeza.

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