28.3.15

Otra de hormigas

Una hormiga (porque siempre se habla de hormigas; nada ni nadie es más que una hormiga en el juego de las órbitas que rodean al sol), una hormiga tuvo el cuidado de salirse de los túneles ya transitados que podían enredarla en algún punto del pasado, en un lugar del que de suerte había logrado huir, ante el peligro de miles de avalanchas. Evitó los caminos que podían llevarla a una cocina recién acabada de fumigar, donde los restos de veneno ya no mataban pero todavía impregnaban la atmósfera de algo fulminante. Tuvo el cuidado de no enredarse en esos túneles de la casa derrumbada y carcomida. Pero en el afán de no volver a ese hogar en el que el cuerpo todavía dolía, se metió en algún túnel más profundo que ya había olvidado. 
 Las hormigas tienen una memoria extremadamente corta, casi tan endeble como la de los humanos. El patio del fondo, la raíz mordisqueada por toda su vieja familia en un viejísimo árbol. Las raíces son una tentación peligrosa a la que las hormigas a veces vuelven sin saber. Entre las raíces del que fue alguna vez su tronco, entre la tierra que algún día lejano le había parecido la única forma de la vida, se perdió y se enterró otra vez, como si los derrumbes de esa tierra viva no hubieran aplastado antes a su alma y a su familia. Anduvo primero con recelo y melancolía, pero esas cosas a veces se transforman, otra vez, en la misma y originaria estupidez, la que otra vez la había atrapado ahí. Las raíces se parecían al amor y los amores a los primeros amores y los primeros amores a la esperanza y la esperanza a una forma de aguantar la existencia infinita de una hormiga negra. 
El tronco volvió a caer y la aplasto otra vez en el mismo lugar exacto en el que ya la había matado. Las hormigas pueden morir un par de veces de lo mismo, algún secreto de la inteligencia colectiva. Una forma más sutil y menos humana de esa manía de todas las especies de la Tierra por cometer miles de veces el mismo error. La muerte era de todas formas más dulce así, aplastada por una raíz originaria que envenenada por alguna nueva variedad de azúcar de diseño, planeada para seducir y después para matar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario