24.5.16

7. No se querían ni un poco

No se querían ni un poco, pero a veces se acompañaban a fumar un cigarrillo o se tomaban un café. 
No se querían ni un poco, pero a veces era ameno tener una charla a media tarde, aunque a ella no le importaran sus proyectos y a él le aburriesen los mambos de ella. 

No se querían ni un poco, pero siempre se encontraban en el supermercado porque los dos pasaban por el chino cuando salían de la oficina para comprar alguna cosa para sobrevivir. No se querían ni un poco, pero una vez él andaba triste y ella con ganas de tomarse una cerveza. No se querían ni un poco, pero era obvio que esa noche ella tenía ganas de ir a cualquier lado menos a dormir sola. 

No se querían ni un poco, pero ese año hizo mucho frío desde mayo. No se querían ni un poco, pero hubo mucho trabajo en junio y se hicieron compañía cuando ninguno tenía tiempo para andar viendo qué pasaba en el mundo exterior.  No se querían ni un poco, pero ella leyó que el cuerpo a veces arrastraba tras de sí el alma. Se lo dijo un día, y él le dijo que era tan aburrida cuando empezaba con la filosofía. Ella se convenció de que también tenía que ser posible al revés. 

Se querían un poco, pero era agotador remontar tantas cagadas que se habían mandado desde el principio. Se querían un poco, pero mezclar con el trabajo no daba. Se querían un poco, pero en septiembre volvió su ex de un viaje muy largo por América Latina. Se querían un poco, pero en octubre estaban demasiado lindas las tardes como para quedarse haciendo horas extras. 

Se querían un poco, pero charlar siempre fue algo que no les salía. Se querían un poco, pero estaban cerca demasiadas horas.

Se habían querido un poco, pero cuando llegó diciembre ya ni se acordaban. 



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